Desde la creación de los primeros hermanamientos y fondos de cooperación municipal han pasado más de 30 años. Durante estos años el conjunto de la cooperación española a evolucionado hacia un sistema con múltiples actores donde es notoria la participación de la sociedad civil y donde la cooperación descentralizada, entendida como la que se compone de comunidades autónomas, gobiernos locales, ayuntamientos, diputaciones, municipios, etc., tiene un especial protagonismo, configurando un modelo particular que requiere de una actualización y recomposición.